Regresar después de un año atípico. Para comenzar uno no menos especial requiere de muchas voluntades, de organización, de logística y por sobre todas las cosas de vocación y entusiasmo por lo que se hace: educar. Es oportuno recordar que su significado etimológico proviene del latín educare, ex ducere, que significa sacar. Sacar lo más noble y bueno que tiene una persona.
Para este nuevo ciclo lectivo, la Comunidad CADS saca esas fuerzas y esas ganas de construir y transitar un año pleno de realizaciones, de educación, de formación integral. Es un desafío que nos demanda estar juntos y juntas, dialogando, proponiendo, modificando y todo lo que sea necesario para que los y las alumnas –sus hijos e hijas– vivencien una experiencia inolvidable y rica en las aulas de todos los niveles.
La presencia física, el contacto visual, nuestros gestos estarán atravesados por protocolos. El apretón de manos, el beso en el rostro de un niño o de la seño estarán reemplazados por un golpe de puños con mucho jabón y alcohol en gel. A pesar de la norma, las mascaras y el barbijo no podrán ocultar nuestras emociones, la alegría, la satisfacción, la entrega y la esperanza de una jornada bien aprovechada.
El espacio, el aula, ahora burbuja, seguirá siendo el lugar de encuentro, de momentos compartidos, de aprendizajes, de sueños por concretarse. La burbuja que busca aislarnos lo hace del virus. Pero no del otro, de nosotros y nosotras. Porque si educar es sacar esto es solo posible en la presencia del sujeto, de todas y todos los que integramos esta comunidad.
Vamos a hacerlo posible. Por las y los que llegan a las salas de inicial. Por las y los que caminan la primaria, por las y los que corren la secundaria y por aquellos y aquellas que vuelan en el nivel superior.
Cuentan con nosotros. Contamos con ustedes!!!